Entre otras reformas de la capilla cabe destacar la realizada en 1989, con ampliación del retablo del Señor. Se conservan, además, las esculturas santas Justas y Rufina, esculpidas por Ricardo Rivera y policromadas por Calvo. Consta, también, de coro y sacristía, además de acceso a las zonas altas. La solería es de mármol blanco y adornos de construcción religiosa popular, se alza una bella espadaña o cuerpo de campanas. Los trabajos de ebanistería y talla en madera del interior guardan relación con los mejores tiempos del arte sevillano.
Altar Mayor: Preside la capilla un altar que fue bendecido por el director espiritual de la hermandad, Gabriel Ramos Chávez, el 23 de diciembre de 1982. La ebanistería, en madera de cedro, se debe a Francisco Bailac Ceniza, quien siguió los dictados de Antonio Martín Fernández, su ejecutor y diseñador. El dorado corresponde a Manuel Calvo Camacho. Entre las obras que alberga esta capilla figuran unas cartelas en las que se representan las catorce estaciones del Vía Crucis, obras del escultor Navarro Arteaga., así como varios cuadros de Maireles.